miércoles, 24 de febrero de 2016

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO TOC Y SADISMO – MASOQUISMO

El análisis de cientos de casos de pacientes toquianos nos ha revelado que la relación entre el amor y el odio es uno de los caracteres más frecuentes y manifiestos en el TOC, y en consecuencia, uno de los más importantes.

En el caso de odio inconsciente que hemos investigado se demuestra que el componente sádico del amor tiene una intensidad muy elevada por lo que ha sido reprimido de una forma muy prematura y fundamental. De esta forma el TOC se deriva de dos factores: Por un lado del amor consciente intensificado por reacción y por el otro del sadismo que continúa actuando en lo inconsciente en calidad de odio.

En el 'Simposium' dice Sócrates Alcibíades: 'Hace mucho que he deseado que él estuviera muerto; sin embargo, sé que estaría mucho más apenado que feliz si él fuese a morir: es así como no sé que decir'.

Frente a un amor intenso se alza un odio casi tan intenso como el amor. Como resultado se produce una parálisis parcial de la voluntad en todos aquellos actos que están movidos por el amor. Se produce así, una indecisión que se va extendiendo paulatinamente a toda la actividad del sujeto. Y queda instaurado el régimen de la obsesión y de la duda.

La duda se produce por la percepción interna de la indecisión que se apodera del enfermo de TOC como consecuencia de la inhibición del amor por el odio en cuanto se propone realizar algún acto. Duda en realidad de su propio amor que debería ser para él lo más seguro y esta duda se extiende sobre todo lo demás, preferentemente sobre lo más nimio e indiferente. Aquel que duda de su amor tiene que dudar de todo lo demás que es menos importante que su amor. Esta duda es la que provoca la inseguridad del paciente y le lleva a repetir una y otra vez sus medidas de protección, para desvanecerla. Hablaremos en otro capítulo de la duda en el TOC. Vamos a continuar ahora con el sadismo y la ambivalencia amor-odio.

En el estudio de los casos de pacientes toquianos observamos además que en el sadismo mantienen una identificación con el padre y en el masoquismo una elección del padre como objeto sexual. Llegando a transformar algunos de ellos ese masoquismo con respecto al padre en una actividad femenina para con él, o sea en homosexualidad, por eso observamos en algunos pacientes toquianos un gran temor a ser homosexuales (algo que estudiaremos en próximos capítulos) cuando efectivamente no lo son, observando en ellos una homosexualidad en su inconsciente que convive con una virilidad narcisista disociada.

En el TOC es característico un cambio de orientación del sadismo (que siempre es hacia otra persona, generalmente el padre que le separa del amor de la madre) hacia la propia persona, convirtiéndose en una especie de masoquismo. Esto queda explicado porque las pulsiones sexuales (que son los instintos sexuales en los humanos donde todo está pervertido por la palabra, por el hecho de ser hablantes) pueden experimentar un cambio de destino. Como es el caso del par antitético sadismo-masoquismo:

  • a)     El sadismo es la violencia ejercida contra otra persona elegida como objeto.
  • b)      Este objeto es abandonado y sustituido por la propia persona del sujeto. Cambia de ser sujeto activo a ser sujeto pasivo del impulso sádico.
  • c)       Busca una nueva persona que pueda ejercer el papel de sujeto. Que ejerza la violencia contra él/ella. Es lo que llamamos masoquismo.


En el caso del TOC, la pasividad es con respecto a la propia persona, no hay un tercero que ejerza el papel de sujeto sino que es el propio paciente toquiano el que ejerce el papel de sujeto y objeto del instinto sádico. La transformación no llega más que hasta la fase b). El deseo de atormentar se convierte en autotormento y autocastigo, no en masoquismo.

Por último resaltaremos que a diferencia del melancólico el paciente con Trastorno Obsesivo Compulsivo está protegido frente al suicidio porque mantiene el objeto odiado (no lo introyecta, no se confunde con él como le pasa al melancólico), que generalmente es el padre o una figura sustitutiva (en otro capítulo estudiaremos el complejo de Edipo en el TOC). Por lo que el componente destructor del superyó vuelto contra el yo, no llevan hasta la muerte, se quedan en los reproches atormentadores y penosos de la conciencia moral, los impulsos eróticos se convierten en impulsos agresivos y goza con la excitación sexual concomitante.

Con lo que goza el paciente toquiano no es con el dolor sino con la excitación sexual concomitante al autotormento y al autocastigo.

Gracias.


Continuamos la próxima.

jueves, 18 de febrero de 2016

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO TOC Y EROTISMO ANAL





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martes, 16 de febrero de 2016

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO, TOC, Y EROTISMO ANAL

Hola, bienvenidos a la Consulta de Psicoanálisis de Virginia Valdominos. Hoy vamos a hablar del erotismo anal y su relación con el Trastorno Obsesivo Compulsivo o TOC y con algunos rasgos de carácter de la personalidad.

Los analistas comparten unánimemente, y hace ya mucho tiempo, la opinión de que los múltiples impulsos instintivos reunidos bajo el nombre de erotismo anal integran extremada importancia para la conformación de la vida sexual y de la actividad anímica en general.

Los instintos sexuales humanos son complejos, los denominamos pulsiones, Y son complejos porque están formados por diferentes componentes: la boca, el ano, los genitales, a las que llamamos zonas erógenas.
El Dr. Sigmund Freud descubrió las fases del desarrollo libidinal o psicosexual en el ser humano que se diferenciaban unas de otras por la primacía de unas zonas erógenas sobre otras. Una de estas fases es la anal, que coincide en el tiempo con la capacidad del niño para retener y expulsar las heces y el control de esfínteres anales y la constitución en la vida psíquica de algunos rasgos de carácter y de la personalidad adulta que serán más o menos acentuados en función de su fijación o la regresión a esta fase del desarrollo libidinal.

Durante la fase anal, el niño juega con sus heces, no siente asco por la suciedad, pero después en el periodo de latencia, periodo donde se producen los “anticuerpos de la vida anímica”: el pudor, la repugnancia y la moral, se reprimen esas tendencias infantiles.

Una de las manifestaciones más importantes del erotismo anal se nos ofrece en la valoración personal del dinero valiosa materia que en el curso de la vida ha atraído a sí el interés psíquico primitivamente orientado hacia el excremento, o sea hacia el producto de la zona anal. Se hallan así relacionados el amor al dinero y la defecación. La significación más temprana del excremento es la de regalo. El niño no conoce más dinero que el del regalo, ni propio, ni ganado, ni heredado. Y como la caca es su primer regalo transfiere el interés por esta materia a otras que le salen al paso en la vida. El estreñimiento estaría del lado de la avaricia y la diarrea, del lado del despilfarro.  La minuciosidad y la obstinación  también reciben de las fuentes anales importantes aportaciones.

El sadismo y el erotismo anal también están muy relacionados.

Para lo inconsciente hay elementos que pueden considerarse equivalentes o intercambiables que son: excremento, dinero, regalo, niño y pene.

La defecación se le plantea al niño como una primera decisión entre un amor narcisista y el amor a un objeto. Cuando expulsa lo hace como sacrificio al amor y cuando lo retiene lo hace como una satisfacción autoerótica y como una afirmación de la voluntad personal. Esta segunda conducta se va a constituir como obstinación y desafío.

El importantísimo papel que los impulsos de odio y erotismo anal desempeñan en la sintomatología del Trastorno Obsesivo Compulsivo ha sido observado por muchos investigadores (en nuestro próximos artículos profundizaremos en el sadismo en el TOC).

Los instintos parciales sádico-anales han vuelto a arrogarse en el TOC la representación de los instintos genitales, a los que precedieron en la evolución.

Como ejemplo expondremos el caso de una paciente cuya vida sexual comenzó en la más tierna edad infantil con fantasías sádicas de flagelación. Después de la represión de estas fantasías se inició un período de latencia que se prolongó más de lo corriente y en el cual alcanzó la muchacha un alto desarrollo moral sin que despertase en ella la sensibilidad sexual femenina. Con su temprano matrimonio se inició para ella un período de actividad sexual normal, felizmente prolongado a través de una serie de años, hasta que la primera gran privación (el conocimiento de que su marido no podría darle hijos) trajo consigo la neurosis histérica. La subsiguiente desvalorización de su vida genital provocó la regresión de su vida sexual a la fase infantil del sadismo. En estos otros casos, una vez establecida la organización sexual que contiene la disposición a la neurosis obsesiva, no es ya superada jamás; en nuestro caso ha sido sustituida por la fase evolutiva superior y vuelta luego a activar, por regresión, desde esta última.

Además de resaltar la primacía del sadismo y del erotismo anal en el TOC  debemos atender en próximos capítulos la importancia  del instinto de saber tan llamativo en el TOC, siendo en el fondo, un aspecto sublimado y elevado a lo intelectual del instinto de dominio. Su repulsa en la forma de la duda ocupa en el TOC un importante lugar. Que estudiaremos en próximos capítulos.


Otro aspecto muy importante del TOC a tener en cuenta es la fase de la evolución del yo, en la que surge la fijación, tanto como la de la evolución de la libido. Por ahora nos hemos centrado en esta segunda pero también vamos a estudiar los estadios evolutivos de los instintos del yo ya que el yo juega un importante papel en la represión de las tendencias infantiles y parece que una anticipación temporal de la evolución del yo a la evolución de la libido supone una disposición al TOC. Porque obliga a una elección del objeto en un período en que la función sexual no ha alcanzado aún su forma definitiva, dando así origen a una fijación en la fase del orden sexual pregenital.  Por eso los pacientes Toquianos han desarrollado una supermoral para defender su amor al objeto amado contra la hostilidad acechante detrás de él, ya que el odio es precursor del amor. 

Virginia Valdominos Pastor
Psicoanalista
Tfno. 664222008
Email. virginia.valdominos@gmail.com

lunes, 15 de febrero de 2016

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO TOC. TRATAMIENTO CON PSICOANÁLISIS.

TRATAMIENTO DEL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO CON PSICOANÁLISIS.

Ceremoniales, rituales, actos obsesivos, angustia, inhibiciones, castigos, limitación de las actividades de la vida cotidiana, minuciosidad excesiva, pulcritud, limpieza, temor homosexual. Son algunos de los síntomas típicos del Trastorno Obsesivo Compulsivo o TOC.

La investigación psicoanalítica demuestra que los actos y pensamientos obsesivos ocultan  la represión de ciertas tendencias infantiles a realizar determinados tipos de actos no deseados, generalmente hostiles hacia personas queridas o hacia las que se mantiene una gran ambivalencia. Estas tendencias son percibidas por la conciencia lo que hace nacer la angustia.

Los actos ceremoniales y los obsesivos nacen como protección ante la angustia por la tentación e impulsos hostiles, pero como protección fallida porque son necesarios continuos esfuerzos psíquicos para equilibrar la presión constante de las tendencias infantiles.

El Tratamiento psicoanalítico cura a los pacientes toquianos. Contamos con gran número de casos de éxito en España, Europa y Latinoamérica. 

Si quieres curarte de tu TOC y volver a recuperar tu felicidad comienza tu psicoanálisis.